La remodelación del legendario conservatorio de San Petersburgo, ha motivado la reaparicón a la luz pública de la partitura original de una de las piezas más famosas del compositor ruso Igor Stravinski (Rusia, 1882-Nueva York, 1971): “Canto fúnebre”. Lo que se ha encontrado en realidad son las partichelas de los músicos que, bajo la batuta de Félix Blumenfeld, tomaron parte en el único concierto en donde sonó la obra. Aquel estreno tuvo lugar en el propio Conservatorio el 17 de enero de 1909 en memoria de Rimski-Kórsakov, que falleció el 21 de junio de 1908.
Compuesta en 1908, y supuestamente perdida tras los rigores de la Revolución Rusa de 1917, el hallazgo se debe a la pericia y profesionalidad de los bibliotecarios del centro de enseñanza de la antigua Leningrado, encabezados por la musicóloga Natalalia Braginskaya, una sobresaliente especialísta en la música de Igor Stravinski. Muchos de estos detalles fueron dados a conocer a principios de septiembre en San Petersburgo por Natalia Braguínskaya, durante una conferencia de la Sociedad Internacional de Musicología. Braguínskaya, que dirige uno de los departamentos del Conservatorio de la antigua capital imperial rusa, dijo que «la búsqueda de esta composición de Stravinski ha venido llevándose a cabo durante décadas (…) en los catálogos de todo el mundo figuraba como no publicada, perdida, pero ahora, después de más de un siglo, está anotación podrá ser retirada».
La musicóloga anunció que pronto se podrá reconstruir la partitura general y organizar lo que sería el segundo estreno. Pero, de acuerdo con las declaraciones de la portavoz del Conservatorio, Ekaterina Jomchuk, «tenemos 58 partichelas sueltas y no sabemos todavía a qué instrumentos corresponden ni cómo se intercalan los cantos(…) hay aún mucho trabajo por delante».
El compositor ruso siempre albergó la esperanza de que dicha partitura apareciera en algún rincón de las bibliotecas orquestales de la ciudad de San Petersburgo. Stravinski consideraba el «Canto fúnebre» como la mejor creación de su época temprana. Lo compuso cuando tenía 26 años y aún era un desconocido. Conjuntamente con “Canto fúnebre”, “El pájaro de fuego”, “Petrushka” y “La consagración de la primavera”, bastó a Igor Stravinski, de pasar a la inmortalidad musical.
Stravinski nació en Oranienbaum, cerca de San Petersburgo, el 17 de junio de 1882 y falleció en Nueva York el 6 de abril de 1971. Vivió en Rusia hasta 1914 y luego en Suiza, Francia y Estados Unidos, país del que obtuvo la nacionalidad. Es autor de la música de cuatro óperas, diez ballets, tres sinfonías y decenas de otras composiciones para piano, coro e instrumentos de viento y cuerda.
EL CONSERVATORIO DE SAN PETERSBURGO
Los inicios del Conservatorio de San Petersburgo se remontan a 1862, cuando el compositor Rubinstein condujo la fundación del mismo.
Varios han sido los nombres que ha recibido este Conservatorio a lo largo de su existencia: desde Conservatorio Romski-Korsakov hasta Conservatorio de Leningrado, pasando por otros como Conservatorio de Petrogrado.
El edificio actual se construyó durante la última década de 1800 en el antiguo establecimiento del Teatro Bol’shoi de San Petersburgo. Actualmente, todavía se conservan la escalera y entrada de aquel teatro.
Indudablemente, el Conservatorio de San Peterburgo, junto al de Moscú, alberga el honor de haber tenido en sus aulas a grandes como Chaikovskii o Shostakovich, solo por mencionar dos nombres. Además, posteriormente Shostakovich impartió clases en el Conservatorio. Entre sus alumnos se encontraban Okunev y Tishchenko.
Muchos de los alumnos de este Conservatorio fueron después profesores del mismo y su carrera dejó huella en el ámbito musical no solo de Rusia, sino mundial.
