El pasado curso 16/17, dentro de las actividades de formación para el profesorado que gestiona la DGA, el CSMA presentó una propuesta de innovación educativa: PROA (Patrimonio en Red, Órganos de Aragón). Hoy, llenos de alegría, compartimos con todos vosotros los primeros resultados de este Grupo de Trabajo.
PROA (Patrimonio en Red, Órganos de Aragón) es un proyecto de divulgación del patrimonio organístico aragonés que nace de la idea de Saskia Roures, profesora de Órgano del CSMA.
Desde los años 70 del pasado siglo XX, la lucha por recuperar el patrimonio organístico en Aragón ha sido constante, llena de pasión y de amor. Una lucha encabezada desde sus inicios por José Luis González Uriol y Pedro Calahorra, convencidos de estar llevando a cabo un acto de obligado cumplimiento.
Durante más de cuarenta años, la inversión se ha centrado principalmente en lo que respecta a la restauración de órganos históricos prestando atención, también, a la catalogación de estos instrumentos, así como a la publicación de ediciones críticas de música de tecla aragonesa y grabaciones discográficas en diversos órganos históricos.
Así pues, PROA nace con la intención de seguir contribuyendo a la divulgación del patrimonio organístico aragonés empleando las nuevas tecnologías y aprovechando las oportunidades que la web ofrece. PROA, además, se gesta con un espíritu abierto y colaborativo por lo que desde su nacimiento cuenta con la participación de diversos especialistas y deja la puerta abierta de par en par a todo aquel que quiera hacer alguna aportación que se adecúe a los propósitos del proyecto.
Puede sorprender que el primer documental de PROA no presente algún órgano histórico insigne de la comunidad. El protagonista elegido para esta ocasión es el órgano Späth (1999) de la Real Capilla de Santa Isabel de Portugal de Zaragoza; la razón es que se trata del instrumento que es piedra angular en la formación de los alumnos de la especialidad de órgano tanto del Conservatorio Profesional como del Superior de la capital aragonesa. Gracias a la cesión del espacio por parte de la Diputación Provincial de Zaragoza y en función de la disponibilidad del mismo, los jóvenes organistas de la escuela de Zaragoza del siglo XXI pueden recibir la enseñanza en un instrumento único en su especie por estos lares que riega el Ebro y atiza el Cierzo.
Esperamos, además, que esta pequeñísima aportación sirva de inspiración para los que vienen detrás, esos jóvenes que comienzan un camino vocacional, alimentados por una pasión difícil de describir y de entender. Unos jóvenes que creen en lo que hacen, a pesar de saber que el camino que les espera no va a ser sencillo. Así pues, PROA está dedicado para todos ellos, que son nuestro futuro, que son quienes continuarán llenando con hermosos sonidos las paredes de iglesias, colegiatas y catedrales, emocionándose y haciendo emocionar a quien escuche. Gracias por estar ahí.
